Harta de eufemismos

Últimamente provoca un pánico exagerado disponerse a abrir el diario para informase de la actualidad, ya que día tras día tenemos que hacer frente a titulares que más que en ayudarnos a generar la seguridad y la confianza necesarias para salir de una situación económica tan delicada como la actual parecen empeñados en hundirnos más en nuestra propia miseria.

A aquellas declaraciones de Esperanza Aguirre en las que quedaba más que claro su deseo de que ciertas etapas de la eduación no fueran ni gratuitas ni obligatorias se le suman los últimos movimientos acontecidos en Barcelona que hacen temer a todo el país por la sanidad, otro de nuestros derechos fundamentales. Y es que ya no sólo se nos deja caer que pagar por recibir asistencia sanitaria es necesario, sino que directamente se nos plantea el contratar obligatoriamente una póliza de salud en función de nuestra renta.

Cuando a uno le da por pensar que la única solución que le queda es la de hacerse un ovillo en cualquier rincón de la casa y echarse a temblar, se da cuenta de que aún hay más...

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Resulta que a Federico Fernández (subdirector general de Tráfico y Movilidad de la DGT) le parece que "en estos momentos de crisis seguramente no se podrán construir muchas más infraestructuras. Construir, mantener y explotar las carreteras no es algo gratuito" Así que propone pagar por su uso, aunque no sabe muy bien "cuánto, cómo ni para qué".

Y lo vuelven a llamar "COPAGO".

Porque copago queda mejor que muchos otros sustantivos más descriptivos que pueden ayudarnos el nombre de maniobras de este tipo con su verdadero significado: REPAGO. Y es que, hasta donde todos sabemos, además de lo que se recauda en multas de tráfico y demás, existe una cantidad de dinero que los ciudadanos de manera religiosa pagamos al Estado. Una serie de IMPUESTOS que, se supone, van destinos a garantizarnos todos estos servicios que hoy consideramos básicos.

Ya no sólo nos roban, sino que encima se rien de nuestra inteligencia.

Al menos espero que cuando definitivamente se decidan a imponernos una cuota por litro de oxígeno inspirado se muestren algo más originales a la hora de elegir el eufemismo.