Hace años que me prometí a mi misma que no volvería a seguir una serie en televisión. Aunque son realmente pocas a las que me he enganchado últimamente, debo admitir que es algo que no cumplí en su día. Por eso hoy he vuelto a hacerme la promesa.
Y es que al fastidio de tener que esperar toda una semana con la intriga de saber qué sucederá en el siguiente capítulo o a los intermineables intermedios que hacen que cada entrega se alargue hasta las dos horas (aunque el argumento no supere los 45 minutos) se le ha de sumar la actual moda de adaptar los contenidos televisivos a la audiencia del momento ¡algo que me provoca unas ganas terribles de estampar el televisor contra el suelo!
Así, si existe en otra cadena un programa que tenga más audiencia que la serie que estamos siguiendo, la emisora no dudará en cambiarla de día, atrasar o adelantar su emisión e incluso eliminarla de la parrilla sin previo aviso hasta que a ellos les parezca que es hora de reponerla ¡Y todo sin previo aviso!
Ya no se trata de comodidad, sino de que muchas veces es imposible seguir el argumento de las mismas bien por incompatibilidad de los nuevos horarios o porque directamente uno se entera tarde de los cambios realizados.
Viendo por tanto que a quienes programan esto lo hacen sin tener en cuenta a dicha audiencia, que podrá ser poca pero fiel, abandono definitivamente la televisión (ya que sólo me siento delante para esto). Y más ahora, con todas las ventajas que nos aportan Internet y la descarga directa.
¡Que les zurzan a todos!
Y es que al fastidio de tener que esperar toda una semana con la intriga de saber qué sucederá en el siguiente capítulo o a los intermineables intermedios que hacen que cada entrega se alargue hasta las dos horas (aunque el argumento no supere los 45 minutos) se le ha de sumar la actual moda de adaptar los contenidos televisivos a la audiencia del momento ¡algo que me provoca unas ganas terribles de estampar el televisor contra el suelo!
Así, si existe en otra cadena un programa que tenga más audiencia que la serie que estamos siguiendo, la emisora no dudará en cambiarla de día, atrasar o adelantar su emisión e incluso eliminarla de la parrilla sin previo aviso hasta que a ellos les parezca que es hora de reponerla ¡Y todo sin previo aviso!Ya no se trata de comodidad, sino de que muchas veces es imposible seguir el argumento de las mismas bien por incompatibilidad de los nuevos horarios o porque directamente uno se entera tarde de los cambios realizados.
Viendo por tanto que a quienes programan esto lo hacen sin tener en cuenta a dicha audiencia, que podrá ser poca pero fiel, abandono definitivamente la televisión (ya que sólo me siento delante para esto). Y más ahora, con todas las ventajas que nos aportan Internet y la descarga directa.
¡Que les zurzan a todos!
7 comentarios:
Pues la verdad es que yo hace siglos que no veo la tele... reconozco que me he enganchado a mierdas que se pueden ver por internet, pero eso de los anuncios y las contraprogramaciones me saca de quicio!
Besicos
Pues tienes razon, tanto tanto que luego al final te pierdes entre tanta cosa...
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, siempre que quieras...
Yo no puedo seguir las series, porque mis horarios son un poco extraños, veo alguna peli, futbol, y pasapalabra. Un beso
Jajajajajajajajá! Te enojaste guapa!
Te entiendo y creo que la mayoría de nosotros tiene el mismo problema: es imposible seguir una serie por capítulos...invariablemente terminamos perdiendo alguno (o varios) y desenganchados!
El único que seguía (y más o menos) es 24 (Jack Bauer) y ya me perdí dos episodios Jajajajajajá!
Que les zurzan!
Besazo Preciosa!
Es patético ver como juegan con los horarios de las series mientras los programas del corazón son inamovibles, encima de que dan poco bueno a la semana lo hacen coincidir y pierden potencial audiencia. Saludos.
Pues, qué quieres que te diga, que tienes toda la razón del mundo. Yo ya hace mucho tiempo que huí de las series y de los cortes publicitarios. Todo es cuestión de saber buscar entre todas las cadenas.
Un beso.
Se aprovechan de la gente como quieren. Yo dejé de ver House de manera involuntaria porque perdí el hábito de estar ahí los martes porque empezaron jueves y luego semanas sin dar nada y luego...
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