De todos y para todos

Han pasado varios meses desde mi última publicación.

Primero los estudios y luego el trabajo que me ofrecieron en la escuela de verano me dejaron exhausta y apenas sin tiempo que poder emplear a zambullirme en la red. Después vinieron las vacaciones en Cádiz y, entre medias, el hecho de que se rompiera mi viejo ordenador, algo que me dificultó todavía más las cosas.

Lo cierto es que, aunque también han exisitido momentos difíciles (como la reciente pérdida de mi abuelo), ha sido una época importante y llena de cambios en mi vida. Y es que no sólo he finalizado con éxito mis estudios o he experimentado de mi primera incursión en el gremio educativo, sino que también he tenido la posibilidad de hacer realidad algún que otro sueño, como ver a mis adorados delfines chapoteando en su hábitat natural.

Pero no he tomado prestado el PC de mi hermano para aburriros con mis cosas. En realidad, mi intención era lanzar una pequeña reivindicación relacionada con la escuela pública, esa que tantas turbulencias viene sufriendo últimamente.

Yo si creo en el trabajo de todos esos docentes que se dejan la piel en aulas de escuelas infantiles, colegios e institutos públicos al tiempo que escuchan críticas contínuas sobre sus escasos esfuerzos y la enorme cantidad de vacaciones de que disfrutan (debe ser uno de los mitos más extendidos que hay en este país).

Por supuesto, también creo en una educación PÚBLICA Y DE CALIDAD. Porque querer es poder y porque, por mucha crisis que haya, en caso de ser necesario, todos sabemos que existen un montón de lugares de los que hacer recortes antes que en ámbitos tan esenciales como la educación o la sanidad.

Así que entiendo las protestas y las huelgas y, por supuesto, las secundo totalmente. De hecho, espero que éstas, lejos de disolverse, continúen hasta que esos que están en el poder se dignen, al menos, a escuchar sus voces.

¡POR UNA EDUCACIÓN DE TODOS Y PARA TODOS!