Leo sorprendida que la ONU se propone averiguar, entre otros muchos ejemplos, el coste del servicio que ofrece un río a la Humanidad o los manglares que nos defienden de la desolación de alguno huracanes como parte de un proyecto llamado 'La economía de los ecosistemas y la biodiversidad', en la cual participan cerca de 250 científicos de todo el mundo.
Puede que sea una iniciativa efectiva a la hora de transmitir la importancia de la naturaleza a una sociedad que, al ser cada día más materialista, no es capaz de percibirla plenamente.
Sin embargo, alguien debería enseñarnos también desde el primer minuto de nuestra vida que en este mundo hay cosas que, por mucho que nos empeñemos, ni tienen precio ni jamás podrán ponerse a la venta (esto último no lo digo muy alto, por si acaso) porque, sencilla y llanamente, valen mucho más que un fajo de billetes, por muy abultado que sea este.
14 comentarios:
No acabo de creerme de que tantas reuniones de cientificos, o los que sean, puedan arreglar el ecosistemas y la biodiversidad, cuando a nivel regional no somos capaz de respectar la naturaleza .
En una palabra : menos parloteo y mas eficacia .
Saludos desde Málaga.
No te confies Perse, que con lo achuchada que está la cosa, al igual están pensando en cobrarnos el uso para sufragar sus gastos. Saludos.
Estoy de acuerdo contigo. La naturaleza en sí no tiene precio, por muchos billetes que se pretendan reunir para comprar un determinado ecosistema. Pero... estamos ya en esas? Vamos, con perdón de la expresión, de culo!
Besos.
Cualquier día le ponen precio al oxígeno. Y empiezan a cobrarnos.
Yo ya me lo creo todo.
Un abrazo gordo
La verdad es que el dinero no lo puede todo. Hay cosas que no tienen precio, y encima son las más valiosas del mundo, y en cambio, son gratis.
Un beso.
Esto es cosa de todos, pero todo empieza con la educación (y la educación no solo es el colegio, son los padres, que enseñar y educar no es lo mismo, ni la educación es algo que se pueda delegar)
PD: ¡Felicidades guapetona!
Yo creo que esas reuniones sirven para gastar dinero y poco más.
Como dicen por ahí arriba, menos palabrería y más actos. El movimiento se demuestra andando.
Besicos varios, querida.
Sí,tienes toda la razón. Me ha venido a la memoria las palabras del Jefe indio de Seattle al Presidente de los EE.UU. ante la oferta de compra de sus tierras, él le respondía sorprendido que algo así como que le era imposible poner precio al calor de la tierra, la frescura del viento o el fulgor de agua...y sin embargo después de tanto tiempo, seguimos en las mismas...
A veces creo, que la humanidad no tiene remedio.
Coincido contigo.
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, siempre que quieras...
Cuánto tiempo,chiquilla!
Lo siento, se me enredan los minutos y siempre me dejo a alguien...
Hay cosas que no tienen o no deberían tener precio,pero como bien dices,son deberes que deberían inculcar desde la infancia.
Aún así,cualquier escusa para fijarnos en un tema tan esencial,es buena.
Muchos besitos guapa.
Tienes razón, Perse: qué manía tenemos de ponerle precio (monetario) a todo. Pero esto ocurre desde siempre, creo yo: si hasta las compensaciones por errores médicos se pagan con dinero, qué vamos a esperar de asuntos como este del precio de la biodiversidad...
¡Un abrazo!
Un saludito por aquí, que no te conocía este blog! :)
Hola, Per!!!
Yo creo que seguro que es un estudio sesudo y súper necesario y que todos esos científicos que a priori saben muchísimo más que yo, han visto la importancia tremenda de esas investigaciones para la buena salud del medio ambiente mundial.
Ahora te digo (desde mi ignorancia) me parece una tomadura de pelo que se gasten semejante cantidad de pasta en época de crisis en un estudio de esas características. Si no hay para pan, cómo compramos bollos?
besitos
Hola, es mi primera visita y por supuesto voy a seguir viniendo, porque me ha gustado, como tratas los temas y el interés de los mismos.
Besos
Nela
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