Una Bridget Jones más

Ayer mismo leía en un periódico que la productora 'Working Title' había confirmado que está desarrollando el proyecto para realizar la tercera parte de la popular comedia 'El diario de Bridget Jones', a pesar de que aún se espera la confirmación de la presencia de los protagonistas originales.

Tal y como está el tema del cine, en el que parece que la moda está en desempolvar antiguas sagas para hacerlas más interminables todavía o dar a luz sengundas, terceras y hasta cuartas partes de películas que se deberían haber quedado, como mucho, en la primera, una no sabe si debe alegrarse o no ante este tipo de titulares.

Sin embargo lo cierto es que no pude evitar acordarme de lo mucho que me gustó la comedia en su día, más por sentirme totalmente identificada con el personaje (a pesar de mi juventud) que por la calidad del film en sí (la cual no entraré a valorar porque ni entiendo demasiado de cine, ni me apetece hacer de una opinión personal una verdad universal).


Quizás sea cierto que trata de transmitir esa moralina barata que tanto le gusta a los cineastas estadounidenses de que hay que quererse tal cual es uno y que además los feos también pueden triunfar, sí.

Pero, más allá de eso, seguro que a más de una se nos hicieron tremendamente familiares las escenas interpretadas por una chica algo torpe, más pasadita de complejos que de kilos, que se daba tremendos atracones de helado después de incumplir las dietas imposibles que ella misma se imponía para finalmente optar por la solución más práctica: aquellas bragas enormes que le disimulaban la barriguita, aún a riesgo de estropearle una velada más íntima de lo habitual.


Tan sólo espero que si realmente sale adelante el proyecto no le hagan engordar de nuevo 1o kilos a la 'pobre' Renée Zellweger para después tener que volver a perderlos, algo que casi resulta un sacrilegio habiendo tantas Bridgets sueltas por el mundo.