La oficina del INEM... o la casa de 'Tócame Roque'

Con la crisis que llevamos encima y los 4 millones que hay de parados en el país, acercase a nuestras oficinas del INEM para realizar cualquier solicitud significa esperar una cola descomunal y perder toda una mañana entera.

Por eso no es de extrañar que desde las altas esferas piensen un poquito en nosotros, los sufridos trabajadores en paro, y, con la intención de evitar que muramos en el intento, nos proporcionen oficinas virtuales y portales de empleo que nos faciliten las cosas (porque estoy segura que lo hacen por nosotros y no para trabajar menos todavía) para que podamos llevar a cabo desde nuestro propio hogar algunas de las opciones más básicas.

Lo mejor de todo esto debe ser, sin duda, cuando tras la ilusión inicial al descubrir que podemos ahorrarnos el suplicio anteriormente descrito, se nos queda una cara de imbécil patológico después de registrar nuestros datos en la Web y descubrir el siguiente mensaje al querer buscar la información que necesitamos:

¡Venga ya!

Que me digan dónde está la cámara, por favor…