A estas alturas de la película no creo que sea ningún secreto que la elección de ministros es algo que siempre se ha hecho a dedo y "porque sí", resultando un proceso carente de ojetividad alguna y donde los méritos políticos pasan a un segunto plano primando por encima de ellos el llevarse bien o no con el presidente del partido.
Y si no que se lo digan a Miguel Sebastián...
No obstante, parece ser que tal situación sólo levanta ampollas y es injusta para con los demás cuando los nombrados son, en su mayoría, mujeres.
Y es que el recién estrenado Gobierno más que paritario de José Luis Rodríguez Zapatero no ha dejado de cosechar calificativos. Parece ser que hay mucha gente que tiene algo que decir, y precisamente nada bueno.
No sé de qué me sorprendo al ver que todos esos comentarios en tono jocoso, donde las buenas formas brillan por su total ausencia, vienen a ser precisamente procedentes de señores simpatizantes de la derechona más rancia.
Comentarios y "bromitas simpáticas" que, lejos de ofender, no hacen otra cosa sino dejar encima de la mesa los prejuicios de estos señores y confirmar que una gran parte de España y del mundo de la política en general poseen una mentalidad tan arcacaica como machista y que una supuesta injusta ley de paridad no es la que duele, sino el hecho de que la mujer llegue al poder.
¿Será que les asusta que la mujer llegue a ocupar tan altos cargos? ¿Será que les asusta la igualdad que muchos decían pregonar a los cuatro vientos? ¿Será que tienen miedo que por fin quede patente que la mujer puede ejercer ciertos cargos tan bien (o tan mal) como un hombre?
Les aconsejaría, señores míos, que se guardasen sus estúpidos prejuicios y su asquerosa chabacanería en los bolsillos (si es que les cabe) y por una vez otorgasen a una mujer el beneficio de la duda, no vaya a ser que en un futuro se tengan que meter sus correspondientes lenguas donde la espalda pierde su casto nombre.
Por supuesto, no crítico que se pueda estar o no de acuerdo con medidas de este tipo, pero entiendo que cuando lo que falla es algo tan básico como la educación y el respeto al prójimo, lo único que se consigue es otorgarle la razón al contrario.
Por mi parte diré que prefiero seguir siendo ciudadana de un país rosa (color que por cierto me encanta) que de otro donde ciertos carcamales tengan la posibilidad de campar a sus anchas.
Así pues, muchas gracias a todos los que pronunciaron un comentario de este tipo porque hicieron que desde lo más profundo de mi ser espere y desee con ansias que todas estas mujeres lleven a cabo una gran labor, aunque sólo sea por darle un carterazo en las narices(y nunca mejor dicho) a los más resentidos de nuestra España querida del alma.
Jamás me había sentido tan implicada con la política como me siento en este momento y todo se lo debo a ustedes, queridos cromagnones.
Y si no que se lo digan a Miguel Sebastián...
No obstante, parece ser que tal situación sólo levanta ampollas y es injusta para con los demás cuando los nombrados son, en su mayoría, mujeres.
Y es que el recién estrenado Gobierno más que paritario de José Luis Rodríguez Zapatero no ha dejado de cosechar calificativos. Parece ser que hay mucha gente que tiene algo que decir, y precisamente nada bueno.
"¿Les parece poco que una flamenquita llegue a ministra del Batallón de Modistillas de ZP?", escribía el lunes el columnista de ABC Antonio Burgos sobre la recién nombrada ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
Federico Jiménez Losantos, se pregunta qué habrá hecho Bibiana para haber accedido a una cartera ministerial. "Como no haya ganado algún torneo de peteneras", sugiere.
El nombramiento de otra mujer -Carme Chacón, catalana, de 37 años, ecologista- y su revisión de tropas con un embarazo de siete meses a cuestas también ha desencadenado la polémica. Primero, entre ciertos sectores del Ejército que consideran su elección "una provocación" a la institución, porque "reafirma que nos quieren poner como una ONG con pistolas" (anda, pues esta me parece una muy buena idea, ¿será porque soy mujer?).
Por su parte, para David Gistau, del diario El Mundo, Chacón es "Carmen, la del bombo", a la vez que cuestiona su espíritu patriótico, mientras que Burgos (ABC) la acepta, pero "como animal de compañía, de batallón, de regimiento, de brigada y de división".
Para el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), el problema de Chacón es la baja maternal que tendrá que cogerse en unos meses y que la impedirá seguir al frente de su departamento, según publica en Libertad Digital .
A los ya leídos y escuchados en medios de comunicación, se ha sumado este martes el que le dedica el flamante vencedor de las elecciones presidenciales italianas, Silvio Berlusconi, que ha reprochado a Zapatero "simpáticamente" (según él mismo dice) que su Gobierno "sea demasiado rosa".
No sé de qué me sorprendo al ver que todos esos comentarios en tono jocoso, donde las buenas formas brillan por su total ausencia, vienen a ser precisamente procedentes de señores simpatizantes de la derechona más rancia.
Comentarios y "bromitas simpáticas" que, lejos de ofender, no hacen otra cosa sino dejar encima de la mesa los prejuicios de estos señores y confirmar que una gran parte de España y del mundo de la política en general poseen una mentalidad tan arcacaica como machista y que una supuesta injusta ley de paridad no es la que duele, sino el hecho de que la mujer llegue al poder.
¿Será que les asusta que la mujer llegue a ocupar tan altos cargos? ¿Será que les asusta la igualdad que muchos decían pregonar a los cuatro vientos? ¿Será que tienen miedo que por fin quede patente que la mujer puede ejercer ciertos cargos tan bien (o tan mal) como un hombre?
Les aconsejaría, señores míos, que se guardasen sus estúpidos prejuicios y su asquerosa chabacanería en los bolsillos (si es que les cabe) y por una vez otorgasen a una mujer el beneficio de la duda, no vaya a ser que en un futuro se tengan que meter sus correspondientes lenguas donde la espalda pierde su casto nombre.
Por supuesto, no crítico que se pueda estar o no de acuerdo con medidas de este tipo, pero entiendo que cuando lo que falla es algo tan básico como la educación y el respeto al prójimo, lo único que se consigue es otorgarle la razón al contrario.
Por mi parte diré que prefiero seguir siendo ciudadana de un país rosa (color que por cierto me encanta) que de otro donde ciertos carcamales tengan la posibilidad de campar a sus anchas.
Así pues, muchas gracias a todos los que pronunciaron un comentario de este tipo porque hicieron que desde lo más profundo de mi ser espere y desee con ansias que todas estas mujeres lleven a cabo una gran labor, aunque sólo sea por darle un carterazo en las narices(y nunca mejor dicho) a los más resentidos de nuestra España querida del alma.
Jamás me había sentido tan implicada con la política como me siento en este momento y todo se lo debo a ustedes, queridos cromagnones.
1 comentario:
Nunca más deacuerdo contigo. Que vamos a esperar de esos dinosaurios misóginos...al Losantos más le valdría irse a la puta que lo parió un día de estos y que se deje de joder que ya estamos hasta los cojones de él.
Lo siento por mi forma de expresión, soy asi y esta gente me puede.
Vamos ZP con todo carajo!!
Saludos.
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