Junto con el amor, me atrevería a afirmar que el hallazgo de la felicidad es algo que siempre ha obsesionado al ser humano. De hecho dicha preocupación queda patente en la gran cantidad de estudios realizados en torno a ella en los últimos años.
Lo cierto es que existen teorías y opiniones para todos los gustos: podemos encontrarnos desde expertos que se aventuran a darnos una serie de directrices para ser felices, hasta otros que dijeron que los niveles de felicidad están directamente asociados con la salud, seguidos de la riqueza y la educación e incluso hasta se atrevieron a realizar un mapa mundial de la felicidad:
Después de leer un montón de noticias, artículos y directrices al respecto, imaginad cuál ha sido hoy mi sorpresa cuando me dispuse a leer como cada día el periódico y me encontré con un titular tan nefasto como este:
El cerebro humano no está diseñado para alcanzar la felicidad, según un experto en fisiología.
A la mierda con todo, señores.
Años de investigación y la ilusión de toda persona que se atreva a leer una afirmación tan rotunda como desoladora, tirados por la borda...
Pues va ser que no. Aún a riesgo de pecar de ilusa, me niego a creer tal cosa.
Años de investigación y la ilusión de toda persona que se atreva a leer una afirmación tan rotunda como desoladora, tirados por la borda...
Pues va ser que no. Aún a riesgo de pecar de ilusa, me niego a creer tal cosa.
Desconozco si la felicidad es un destino o "tan sólo" un camino. Tampoco sé si deberíamos considerarla como un pequeño momento de bienestar (hablando así de alegría más que de felicidad) o la meta de todo ser un humano, pero yo personalmente ME NIEGO EN ROTUNDO a creerme tal desfachatez, por muy experto que sea este fisiólogo.
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