Parece mentira que ya hayan pasado 4 años de aquel fatídico 11 de marzo. Un 11 de marzo que teñía de sangre inocente las vías que recorría aquel tren del infierno.
Un 11 de marzo en que las sirenas de los servicios de emergencia hacían de banda sonora de la ciudad.
Un 11 de marzo en que las sirenas de los servicios de emergencia hacían de banda sonora de la ciudad.
Han sido 4 años llenos de lucha, 4 años llenos de culpables (incluso algunos los vieron donde no los había) y 4 años en los que nadie ha podido olvidar lo que sucedió, en parte gracias a que algunos trataron de convertir sus nombres en medallas, algo que jamás permitiremos.
Madrid y España entera no olvidan, ni tampoco perdonan. Porque hace falta mucha fansía para poder olvidar la realidad.
Sirva este insignificante espacio como mi pequeño homenaje a aquellas victimas que perdieron la vida y a todas aquellas que aún hoy siguen arrastrando secuelas de cualquier tipo.
En ese tren íbamos todos.
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