Ya ha transcurrido una semana desde que comenzaron las clases y se puede decir que ya estoy, más o menos, integrada.
El día en que me acerqué hasta el instituto para formalizar la matrícula y enterarme de cómo iba el tema de las clases y demás, la secretaria me dijo que el ciclo se impartía en horario nocturno así que se fueron a la porra todos los esquemas que tenía y la manera en que había pensado organizarme.
Aquello me sentó como un jarro de agua fría. Tanto que a punto estuve de dejarlo y probar suerte al año que viene.
Menos mal que estaban ahí mamá y el nene para recordarme lo mucho que me había costado decidirme y lo afortunada que debía sentirme al tener una plaza. Gracias a ellos me di cuenta de que había estado a punto de cometer una estupidez y que en realidad no era para tanto; Se trataba únicamente de organizarme de otro modo.
Así que, decidida por fin, entregué todo el papeleo y hecha todo un majito de nervios (aunque bien disimulados, eso sí), el mismo martes asistí a la presentación (la cual se hizo deprisa y corriendo, muy malamente).
Lo bueno es que, como éramos tantas las que entramos en esa segunda fase de admisión, se organizó un grupo nuevo y empezamos todas (porque no hay ni un sólo chico en clase) de cero el mismo día y bajo las mismas circunstancias, con una semana de retraso respecto al primer grupo.
A pesar del horario, aún tengo que convalidar algunas asignaturas que me dejarán varias horas sueltas y me vendrán genial para emplearlas en el estudio de las que tengo que cursar este año, pero a priori puedo decir que estoy bastante contenta y motivada y que todas mis compañeras parecen estupendas (ya se verá si surgen roces o qué a lo largo del curso).
Lo que más me cuesta de momento, aparte de los 45 minutos de trayecto, es tener que salir los viernes a las 9 de la noche.
Ya dicen que el que algo quiere, algo le cuesta...
El día en que me acerqué hasta el instituto para formalizar la matrícula y enterarme de cómo iba el tema de las clases y demás, la secretaria me dijo que el ciclo se impartía en horario nocturno así que se fueron a la porra todos los esquemas que tenía y la manera en que había pensado organizarme.
Aquello me sentó como un jarro de agua fría. Tanto que a punto estuve de dejarlo y probar suerte al año que viene.
Menos mal que estaban ahí mamá y el nene para recordarme lo mucho que me había costado decidirme y lo afortunada que debía sentirme al tener una plaza. Gracias a ellos me di cuenta de que había estado a punto de cometer una estupidez y que en realidad no era para tanto; Se trataba únicamente de organizarme de otro modo.
Así que, decidida por fin, entregué todo el papeleo y hecha todo un majito de nervios (aunque bien disimulados, eso sí), el mismo martes asistí a la presentación (la cual se hizo deprisa y corriendo, muy malamente).
Lo bueno es que, como éramos tantas las que entramos en esa segunda fase de admisión, se organizó un grupo nuevo y empezamos todas (porque no hay ni un sólo chico en clase) de cero el mismo día y bajo las mismas circunstancias, con una semana de retraso respecto al primer grupo.A pesar del horario, aún tengo que convalidar algunas asignaturas que me dejarán varias horas sueltas y me vendrán genial para emplearlas en el estudio de las que tengo que cursar este año, pero a priori puedo decir que estoy bastante contenta y motivada y que todas mis compañeras parecen estupendas (ya se verá si surgen roces o qué a lo largo del curso).
Lo que más me cuesta de momento, aparte de los 45 minutos de trayecto, es tener que salir los viernes a las 9 de la noche.
Ya dicen que el que algo quiere, algo le cuesta...
14 comentarios:
¿¿¿Solo mujeres???, eso es una señal ineqivoca de que a los hombres les cuesta mas recomenzar su vida academica una vez abandonada.
Animo y a por todas, veras que bien te sientes al final del curso,(siempre que lo apruebes claro,je,je)
Un abrazo.
al final, esas horas muertas las mataras en la cafeteria jjj
¿y qué vas a estudiar??
Pues tampoco es para tanto lo del horario, yo llevo varios años así y no pasa nada, igual es porque salgo poco, pero lo de poder estudiar por la mañana y no coger el metro en hora punta y tal se agradece jejeje
suerte
=)
Como se te pudo pasar por la cabeza tirarlo todo a la basura después de todo lo que te habia costado con seguirlo, menos mal que hay estaban para pararte los pies.
Bueno, lo de las nueve de la noche, no eres la unica yo salgo dos dias a esa hora mas o menos y tambien tardo otro tanto en ir a casa.
Animo!!! Y estudia mucho!
Besos y abrazos
Ánimo hija... ya verás como al final no es tanto cuesta arriba!
Besicos
Estoy segura que además de ser una gran experiencia, culminarás el ciclo con éxito. Ya sabes que lo que cuesta, se valora más.
un beso
Pero por muy bien que te lleves con tus nuevas compañeras, recuerda: nunca les dejes la goma y/o tipex, porque sino te quedarás sin ello.
N.A.: experiencia personal.
Hola! Me gustaría preguntarte algo bque ya te han preguntado antes, qué studias? porque es muy raro que sólo hayan mujeres...espero que no sea nada relacionado con educación infantil porque desgarciadamente te diría de antemano que pierdes tiempo y dinero.
Un beso.
Anónimo: Creo que no es la primera vez que te leo diciendo algo similar sobre el ciclo de educación educación infantil ¿Por qué se supone que es una pérdida de tiempo y dinero? ¿Y si te dijera que yo ya la he cursado conanterioridad y, personalemente, estoy muy satisfecha con los resultados al igual que el resto de mis compañeras? Me gustaría mucho saber qué es lo que te hace pensar así y sobre todo, si lo dices por experiencia propia (por supuesto, sin acritud ¿Eh?).
A los demás, muchas gracias, nuevamente, por vuestros comentarios y apoyo.
Un abrazo enorme.
Pues claro que has hecho bien en no dejar los estudios por culpa de un horario un poco rarillo. Ya verás como no te arrepentirás. Ánimo y a trabajar, porque como tú bien dices, quien algo quiere algo le cuesta.
Un abrazo.
Mmmm Perséfone, básicamente porque para cobrar 600/700 euros...y encima haciendo tantas horas y llevándote faena a casa.No se puede vivir de eso.Apenas salen oposiciones, que tampoco avanzas mucho si las sacas , cosa que ya es milagrosa.Basicamente lso trabajos consederados ``de mujeres´´ son así.No están reconocidos, en cambio los considerados masculinos sí lo son y te solucionas la vida.Vale que te gusten los niños pero no se trabaja por amor al arte.Si es verdad que has estudiado eso y tan bien te ha ido que hasta puedes vivir de ti misma e independizarte te animo a que me lo cuentes, a mí y a las miles de mujeres que a día de hoy han tenido que abandonar la profesión, estudiar otra cosa, depender de sus parejas e incluso que se están manifestando por España para reclamar un suelo justo.Infórmate :)Un abrazo.
Es más, diculpa, pero si estás estudiando otra cosa no será quizá precisamente por lo que te estoy diciendo? Nadie puede vivir de eso ;)
La verdad es que fue lo primero que hice incluso antes de elegir la profesión: informarme de sus salidas profesionales así como de la manera de seguir cabriéndome puertas y creciendo como persona (precisamente lo que pretendo al hacer este curso, abrirme más puertas, no abandonar el camino).
También sé que, aunque lo que dices es cierto, la situación no es igual en todos los lugares de España.
Coincido con las quejas y las manifestaciones que se están viendo contínuamente, pero todo el mundo sabe que esta es una profesión en la que ante todo prima la vocación y no la ambición.
No lo hice sin saber lo que había. De momento lo quiero intentar y voy a seguir haciendo todo lo posible por abrirme cuantas más puertas, mejor. Si luego no se puede al menos no diré que no fue porque yo no lo intentara.
Una cosa si te digo y es que en parte creo que la situación es parte del propio colectivo y su pasividad y/o conformismo.
Habría mucha tela que cortar sobre este tema jeje
En cualquier caso, me apena muchísimo que tuvieras que dejar la profesión, sobre todo si era tu auténtica vocación.
Llámame idealista si quieres, pero sigo esperando que las cosas cambien porque, les guste a algunos o no, este sector es más necesario de lo que algunos creen.
Los comienzos son duros, pero una vez que te habitues verás como todo irá sobre ruedas
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