lunes, diciembre 01, 2008

Una noche fría llena de calor

Hacía un día de película; de esos que invitan a quedarse regocijados el uno junto al otro en el sofá, bajo un montón de mantas, frente a la tele y una buena colección de cine que degustar tranquilamente.

Estuve a punto de llamarle para decírselo, pero finalmente decidí que el frío no podría conmigo. Así, junto con el abrigo, aparte de los guantes y la bufanda más grandecita que encontré, desempolvé también algo de valor para enfrentarme al temporal.

Salí a la calle y me alegré al comprobar que ya no llovía, pero inmediatamente después sentí que el aire helado azotaba con violencia mi rostro. Me arrepentí entonces de no haberle hecho caso a mis perezosos pensamientos.

Aún así, heroicamente, seguí adelante en mi camino, directa hacia la parada del autobús, ese que pasa cada tanto y que siempre me hace llegar 15 minutos antes o hace que me retrase más de la cuenta, nunca en punto.

Una vez dentro, calentita gracias a la calefacción del gran vehículo y absorta en mis pensamientos
mientras permanecía atenta a lo que sucedía tras el cristal, recé (sin tener muy claro a quien iban dirigidas todas esas plegarias) para que un atasco nos retuviese a todos los pasajeros en el interior del habitáculo el tiempo suficiente para llegar al sitio indicado a la hora exacta.

Mejor esperar dentro que fuera, pensaba.


Sin embargo, cuando observé la carretera más despejada que nunca recordé de nuevo el agnosticismo que me caracteriza y la causa del mismo.

Aún así me sentía contenta sin saber muy bien por qué.

Después de los 15 o 20 minutos más fríos que recordaba en muchísimo tiempo, aparecía él por la boca del Metro con una enorme sonrisa en los labios. Estaba cansado de trabajar, pero aún así le vi tan guapo como siempre. Incluso puede que más.

Decidimos cenar en aquel restaurante árabe al que habíamos ido alguna vez y luego tomar una copa en algún pub (que después se convirtieron en tres medias pintas de Guiness). Un plan tranquilo e improvisado, aunque muy interesante para dos personas como nosotros.

Sentados en una mesa para dos, además de la cerveza, compartimos varias horas de una amena conversación en la que enlazamos varios temas. No dudamos tampoco en regalarnos sonrisas silenciosas y sonoras carcajadas, besos tímidos y otros llenos de pasión, cariño, abrazos y arrumacos varios en un lugar donde el reloj parecía haberse parado para nosotros mientras que para los demás en realidad el tiempo transcurría a toda prisa.

Pese a que fuera hacía frío (mucho frío) en nuestro interior sentíamos un calor inmenso.

Un calor que a la hora de partir por separado me recordó el tiempo que hacía que no me lo pasaba tan bien con tan poco. Un calor que me hizo sentir que le quería un poquito más que el día anterior. Un calor que me dijo que, evidentemente, debo estar enamorada hasta las trancas.

Fue una noche fría, pero, en efecto, llena de calor.

Mucho calor...


25 comentarios:

Esther dijo...

Si es que una buena compañia arregla cualquier dia gris..disfrutalo. besitos

Belén dijo...

genial, esas noches de calor enamorado...

besicos!

Anónimo dijo...

Qué romántico... Me das envidia, mujer, porque yo ayer en vez de estar contenta con mi pareja estaba medio enfadada con él por haber insistido en ir de compras en el pueblo dónde tiene la tienda su ex.

AdR dijo...

Esas noches son las que luego se quedan en el recuerdo :) Y más si las escribes así

Besos

Arcángel Mirón dijo...

Ésas son las mejores noches.

:)

josef dijo...

Me ha encantado tu noche fría llena de calor, porque me ha dado alegría y me he sentido mejor. me alegro mucho por ti. Un saludo!

belenmadrid dijo...

mira, he encontrado la banda sonora de tu post: http://es.youtube.com/watch?v=z-iHtNtZjP8

* Anai * dijo...

Es fantástico irte a dormir con esa sensación ¿verdad? Yo digo siempre que la felicidad la hallamos en las cosas pequeñas. Te deseo un montón de momentos como ese que incrementen, si cabe, tus sensaciones. Besos.

Amparo dijo...

A mi se me caen los lagrimones del vientro frío y hasta de una brisa fresquita xD


Bsus de Amp

La Gata Coqueta dijo...

Lo difiniria así; un día de mucho frio, pero con mucho calor en el alma al saberse querida y compartiendo y dialogando de un futuro que aun esta por llegar.

Esos sintimientos hacen sentir que el tiempo no transcurre que se detiene, en ese precisomomento que sientes que la mágia te envuelve y no quieres que se rompa.

Un beso enorme.

Naveganterojo dijo...

¡¡¡Que bonito !!!Da gusto leerte, como cuentas con dulzura lo que otros quiza solo dijeran:"he cenado con mi pareja".
Nunca pierdas esa pasion por sacar de la rutina tu vida, y por ver estrellas de colores donde solo hay frias farolas, con ese calor de tu corazon tienes la felicidad asegurada.
Un abrazo

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Tu frase : "Un calor que me dijo que, evidentemente, debo estar enamorada hasta las trancas" me hizo recordar los frios que pasé una noche de estas, pero no me importaba por que estaba con "el"... definitivamente enamorada hasta las trancas!!!

Saluditos

Miguel dijo...

Me has contagiado tu felicidad. Ya no siento frío. Con qué ternura cuentas tus cosas... da gusto leerte.
Saludos

Sombras en el corazón dijo...

Por esos momentos merece la pena vivir. Además cuando menos te lo esperas. Frio ¿quién dijo frío?

Felicidades, estoy segura de que te quedan una eternidad de noches como esa :0)

Un abrazo

Joseph dijo...

Y algo más.

El calor de un bar, un día de invierno, con todas las ventanas empañadas... es una de las cosas más hermosas que hay :P

¡Gracias por compartir tu experiencia!

Besossss

Si me dices serie,... dijo...

¡y que bien suena todo!

Ademas, los momentos como esos son los que hacen a un@ feliz ^_^

Me alegro un monton por ti ;)


Y ya que me mandaste tu el e-mail primero que yo a ti (estuve unos dias abandonado del mundo blog) ya te enviare la postal, descuida :D



Un abrazo!!! ^_^

Pammy dijo...

no hay duda que no el amor puede derretir hasta el mas frio trozo de hielo y el de mlos mas frios corazones, que viva el amor!

Lienzo tierra dijo...

Què preciosa entrada. Tu chico tiene que estar orgulloso de tí.

Hay veces que es tan bonito estar con la persona amada que te da igual todo lo de alrededor, ya se puede hundir el mundo que tú eres feliz. :-)

Bsotes!

Raúl Perelló dijo...

Debe ser bonito eso del amor, sí.

Besicos varios, querida.

Oshidori dijo...

El sentimiento arropa y abriga los corazones, y dibuja risas en el frío.
Besicos

la cocina de frabisa dijo...

Cuando uno está bien, las inclemencias no existen.

Uyyyy, qué frío debe de hacer, pensar que voy a estar en Madrid dentro de poco, me hace tiritar, jajajajjaja.

un besito

égona dijo...

el sentirse así, tan bien como tú mujer, contagia deep inside oh yeah

Oteaba Auer dijo...

Uhmmm...me has dejado con los dientes largos...al verdad es que así da gusto que todos los elementos se pongan en contra...¡tienes armas para luchar contra ellos!:)
Un beso

Coro dijo...

¡Qué lindo relato! Se siente el calorcito dentro de ese frío que hiela...
El amor, el amor...

¡Felicidades!

Anónimo dijo...

Uyyyyyyyyyy, ¡como te entiendo !!

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