Las tres C's

Creo que desfasé tanto durante aquel verano en que cumplí la mayoría de edad que me cansé de aquel tipo de oci. O bien puede que me esté haciendo mayor, a marchas forzadas pero lo de salir de noche para meterme en un antro lleno de humo, abarrotado de gente borracha y la música tan alta que no puedes escucharte ni a ti mismo mientras gritas como una loca, cada día me seduce menos.

Ahora prefiero las tres C’s: una buena Cena, una sesión de Cine y, para culminar, una Conversación amena. O las cuatro, si a ellos le añadimos la Compañía adecuada.

Y eso fue precisamente lo que hicimos el sábado pasado: después de ponernos las botas como auténticos gorrinos, entramos en aquella sala en que el olor de las palomitas se mezcla con el sonido de los efectos especiales de cada sala, una mezcla que a mí personalmente consigue embriagarme.

La elegida fue 'El intercambio'.


Todo un acierto, por lo que os la recomiendo encarecidamente si queréis ver a una estupenda Angelina Jolie y a un Clint Eastwood que se consagra como director después de obras maestras como 'Mystic River' o 'Million dollar baby'.

Puede que a priori el plan parezca demasiado caro tal como andan las tarifas de las entradas pero, si lo piensas detenidamente, la mayoría de las veces te gastas menos dinero haciendo eso que saliendo a tomar una copa (más aún si los precios son tan abusivos como en la capital madrileña). Eso sin contar con que puedes disfrutarlo igual de bien sin ni siquiera salir de casa.

Eso sí, hay veces en que ver en una pantalla enorme ciertas obras de arte no se paga ni con todo el dinero del mundo…

Precisamente por eso somos tan aficionados a ello y nos dejamos caer por allí, al menos, un par de veces al mes.