martes, diciembre 30, 2008

Despedidas eternas (de enamorados)

- ¿Me acompañas?

Odiaba esa pregunta retórica que su chico pronunciaba por costumbre antes de marchar, a pesar de entender que ya se había hecho demasiado tarde y al día siguiente debía madrugar.

Antes de calzarse sus respectivos zapatos, (y también después) necesitaron regalarse varios arrumacos llenos de cariño y ternura.

Una vez saciados de afecto, se pusieron las chaquetas y, abrochándose bien para tratar de hacerle frente al gélido clima que maltrataba en esas fechas la enorme capital, comenzaron a descender las escaleras del portal, despacio, peldaño a peldaño, a oscuras, tratando de postergar con cada paso el terrible momento que irremediablemente se avecinaba.

El frío de la calle parecía aún más cruel después de sentir como al calor de un hogar se le suma el calor de un amor sincero, sobre todo en esos pocos centímetros de piel que se hallaban desprovistos de abrigo alguno, pero ni si quiera eso o la corta distancia del trayecto pudieron evitar que los enamorados entrelazaran sus manos, como siempre solían hacerlo.

Llegaron junto al Peugeot. Él sacó sus llaves del bolsillo y ella se abalanzó sobre él.

El ritual sagrado exigía un largo abrazo. Y luego un beso corto, pero intenso y lleno de intenciones. Otro abrazo. Y un beso… otro… Y otro… uno en la mejilla… Y mil más en los labios.

Luego se miraron a los ojos.

Él le sonreía mientras le acariciaba esa naricilla chata que tanto le gustaba.

Ella agachaba la mirada y esbozaba una sonrisa ahogada por la desolación.

Llegó el abrazo definitivo, ese tras el cual los amantes se separaron lentamente; primero los rostros, luego los cuerpos y, por último, las manos.

El joven se metió entonces en el vehículo, cerró la puerta y giró la llave poniendo en marcha el motor. La chica le sonreía desde fuera, tirándole un puñado más de besos que se antojaban infinítamente inocentes, al mismo tiempo que le decía adiós con la manita.

Instantes después de comenzar el camino de regreso a casa, ella se detuvo de nuevo al ver cómo su amor se alejaba haciéndole gestos por el espejo retrovisor. Ese fue el instante preciso en que, aún pudiendo seguirle con la mirada, comenzó a echarle de menos y a esperarle de nuevo.


Al hombre solitario que por costumbre pasaba por la zona acompañado de su inseparable perro y tenía la oportunidad de presenciarlo todo, aquello no le parecía nada raro, empalagoso ni mucho menos desmesurado, sino todo lo contrario.

Entre la envidia sana y la nostalgia, aquel par de chiquillos conseguía hacerle regresar con la memoria a esos años en los que las despedidas se hacían eternas porque una sola noche significaba toda una vida si dos seres que se amaban se hallaban lejos el uno del otro.

Lo necesario era apurar al máximo cada minuto y dar por hecho que, lógicamente, cuanto más tiempo estuvieran juntos, menos tiempo pasarían separados.

Finalmente,
imaginándoselos llenos de vida, pensó que daría lo que fuera por ser testigo de alguno de sus reencuentros. Según sus borrosos recuerdos y lo que con sus propios ojos percibía sistemáticamente cada noche, debían ser sublimes.


20 comentarios:

Amparo dijo...

Ende luego, parece todo muy rosa y en realidad esto es la historía de un voyeur :P

Feliz Año Nuevo para tí tb!


Bsus de Amp

gatta rosa dijo...

jejeje... Bonita historia de amor :D

Feliz 2009!!! Ojalá no sea un año tan inestable como este 2008...

Lauryna dijo...

Despedirse del novio ye lo peor que hay.
Pero no queda otra:P

Ademas, lo que presta cuando hace unos dias que no lo ves que te abrace ¿que? jejej

Aish:) el amor para quien lo entienda jeje^^

Feliz año:)

Un besito muy fuerte

Zueñito dijo...

como dice AMP, es una historia de un voyeur, jajajaja.
Me ha gustado, me ha gustado.
Un saludo!

Arcángel Mirón dijo...

Nunca sabés quién te está mirando.

:)

Toda despedida es horrible. Toda despedida parece irremediable.

Neutrino dijo...

Muy buen relato... es como si no volviesen a verse mas. Esperemos un reencuentro.

Rara Avis dijo...

Es verdad... esas despedidas que parecían durar siglos y después una eternidad pasaba cuando volvías a encontrarte...

Besitos grandotes bella!!!!

belenmadrid dijo...

el caso es que se echa en falta de vez en cuando.. hasta el 'cuelga tú' 'no, no, cuelga tú..'. Aunque esto no creo que vuelva a hacerlo ya jajaja

feliz año!!

María dijo...

Aysss el amor es lo más bonito y lo que más fuerza nos da.

Te deseo un feliz año 2009 y te mando un besazo reina.

Esther dijo...

Ains que bonito.. yo tambien me acuerdo cuando eramos novios de esas despedidas o por telf cuelga tu no tu...jajaja es muy bonito...

besitos y feliz año

Mr Blogger dijo...

Tendré que comprarme un perro...

Miguel Molina dijo...

Que disfrutes de lo que te queda de 2008 y que lo mejor te esté esperando en el 2009.

Feliz año.

Besos. Nos leemos.

Coro dijo...

Perséfone,
las despedidas y los reencuentros de los enamorados... llenos de besos y caricias.
A mí me da envidia, pero de la mala, jajaja.

Muchos besos y abrazos.

¡Feliz 2009!

La Gata Coqueta dijo...

Es una historia bonita pero muy real. Si hay encuentro logico que halla despedida, que guste o no eso ya es otro tema.

Y el del perrito solo le queda recordar y cuando se vive solo de recuerdos no se vive el presentre...

Bueno querida amiga, te deseo una salida y entrada de año muy feliz como te mereces y que tus deseos se hagan realidad sin obviar los ya adquiridos con anterioridad.

Hasta pronto aunque eso conlleve no visitarnos hasta el año próximo o mañana mismo...

Un abrazo como si me estuvieses en presente.

Anónimo dijo...

feliz año nuevooo!!!

Susana Peiró dijo...

Amiga Querida:

Vengo volandoooo para desearte un 2009 espectacular y dejarte un enormísimo abrazo!!!!

(Mi familia asegura que ni siquiera en vacaciones puedo alejarme de la computadora Jajajajajá!!!)

Te abrazo con todo cariño Preciosa!!!

Miguel dijo...

Bonito relato. Las despedidas tienen eso. Que es un esperar desde ya, el reencuentro. Siempre nos da un amago de envidia cuando vemos despedirse a dos enamorados. Envidia, ¿de qué? si este momento en el fondo es un desencuentro. El amor es lo más grande y mágico que hay en este mundo.
Feliz año nuevo.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

cuesta separarse, irse, marcharse cuando estás muy bien con alguien. Lo mejor es hacerlo rápido y no dar vueltas y vueltas.

besos.

Consuelo Labrado dijo...

Hacía tiempo que no te visitaba pero no quería dejar pasar la ocasión de felicitarte el año nuevo, de paso te diré que tu relato me ha gustado muchísimo, bien escrito y descrito que, sin duda no deja indiferente al lector. Un beso y ¡Feliz 2009! Te deseo lo mejor para tí y tu familia

Dita Ciccone dijo...

qué chulo...feliz dosmilnueve y felices historias chulas

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