"Entre nosotras, chicas". Éste es el eslogan de una nueva marca de vodka que llena estos días las páginas de las revistas femeninas y las estaciones de metro en Rusia. La firma Deyros lanzó en diciembre el vodka Damskaya, que según su creador, Igor Volodin, es "más inofensivo que el chocolate". Pero el nuevo producto preocupa al sector médico, que teme una nueva ola de alcoholismo entre las rusas.
Imagen: Una empleada muestra el producto.
Según Yuri Sorokin, psicólogo de un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, el 60% de los pacientes con problemas con la bebida son mujeres, y no se libran ni las esposas de millonarios rusos.
Datos del Instituto Moscovita Serbsky de Psiquiatría Social y Forense indican que en Rusia hay cerca de 2.5 millones de alcohólicos, pero, según este centro, la cifra real supera siete veces la oficial. “Creo que el alcoholismo es un problema enorme en Rusia, tan grande y tan escondido como la parte sumergida de un iceberg, asegura Sorokin.
Sin embargo, el fabricante de Damskaya insiste: "Las rusas necesitaban disponer de su propia bebida. En Moscú hay taxis rosas sólo para mujeres, cigarrillos luminosos, pero no había vodka. Hay más gente con diabetes que alcohólicos en este país y nadie ha prohibido todavía los anuncios sobre chocolate", añade Volodin.
Lanzado en diciembre pasado, el vodka femenino se produce en una destilería situada en San Petesburgo. Sus creadores dicen que es ideal para acompañar una ensalada tras una sesión en el gimnasio. Los fabricantes han pensado en un diseño elegante para la botella, con una etiqueta plateada y de tonos violetas.
En Rusia, el crecimiento anual del mercado del vodka ronda el 15%, según Volodin, en parte gracias a las ventas de sus botellas, cuyo precio ronda los 15 euros, de ahí que sus principales consumidoras sean sobre todo mujeres casadas, bien educadas y adineradas.
Según Yuri Sorokin, psicólogo de un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, el 60% de los pacientes con problemas con la bebida son mujeres, y no se libran ni las esposas de millonarios rusos.
Datos del Instituto Moscovita Serbsky de Psiquiatría Social y Forense indican que en Rusia hay cerca de 2.5 millones de alcohólicos, pero, según este centro, la cifra real supera siete veces la oficial. “Creo que el alcoholismo es un problema enorme en Rusia, tan grande y tan escondido como la parte sumergida de un iceberg, asegura Sorokin.
Sin embargo, el fabricante de Damskaya insiste: "Las rusas necesitaban disponer de su propia bebida. En Moscú hay taxis rosas sólo para mujeres, cigarrillos luminosos, pero no había vodka. Hay más gente con diabetes que alcohólicos en este país y nadie ha prohibido todavía los anuncios sobre chocolate", añade Volodin.
Lanzado en diciembre pasado, el vodka femenino se produce en una destilería situada en San Petesburgo. Sus creadores dicen que es ideal para acompañar una ensalada tras una sesión en el gimnasio. Los fabricantes han pensado en un diseño elegante para la botella, con una etiqueta plateada y de tonos violetas.
En Rusia, el crecimiento anual del mercado del vodka ronda el 15%, según Volodin, en parte gracias a las ventas de sus botellas, cuyo precio ronda los 15 euros, de ahí que sus principales consumidoras sean sobre todo mujeres casadas, bien educadas y adineradas.
Visto en Cadena Ser.
Desde luego las estrategias publicitarias de algunas empresas son de traca... Y lo peor es que encima parece funcionarles.
No es ningún secreto; ultimamente se ha puesto de moda una nueva modalidad de hacer propaganda: la polémica. Esta, además de ser fectiva es la más barata de todas.
Supongo que el hecho de que una empresa se aproveche de la debilidad de algunas personas (mujeres en este caso) para lanzar un nuevo producto y así sacar más beneficios es totalmente lícito (nadie obliga a esas personas a comprar nada).
Desde luego las estrategias publicitarias de algunas empresas son de traca... Y lo peor es que encima parece funcionarles.
No es ningún secreto; ultimamente se ha puesto de moda una nueva modalidad de hacer propaganda: la polémica. Esta, además de ser fectiva es la más barata de todas.
Supongo que el hecho de que una empresa se aproveche de la debilidad de algunas personas (mujeres en este caso) para lanzar un nuevo producto y así sacar más beneficios es totalmente lícito (nadie obliga a esas personas a comprar nada).
Sin embargo hay algo en este asunto que no me parece para nada ético: comparar el alcoholismo con una enfermedad la diabetes.
Que yo sepa esta última no surge a raíz del consumo habitual de una serie de alimentos altos en azucar (aunque si puden empeorar algunos de los síntomas) sino que tiene un origen puramente genético. Por contra el aue además de empeorar también síntomas de otras enfermedades su abuso ya produce una enfermedad bastante grave de por sí.
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