miércoles, marzo 19, 2008

Cuando vivir deja de ser un derecho y se convierte en una obligación.

No puedo evitar que se me ponga el vello de punta cada vez que leo algo sobre Chantal Sébire, una ex maestra francesa de 52 años que ha puesto nuevamente estos días en auge el debate sobre la eutanasia.

Chantal sufre de un tumor evolutivo en la cavidad nasal, una enfermedad de la que sólo se conocen 200 casos en todo el mundo y para la cual no existe cura. La paciente asegura que se ha pasado años luchando contra una enfermedad que ha deformado su rostro y que le provoca dolores "atroces", por lo que está "sin fuerzas" para proseguir su combate.

Aviso: Ampliar la imagen puede herir la sensibilidad del lector.

Así pues, la mujer expuso hace unos días su caso a los medios de comunicación y anunció que había enviado un vídeo al presidente, Nicolas Sarkozy, explicando su caso, además de presentar su demanda de morir dignamente ante el Tribunal de Gran Instancia de Dijon (centro-este), una demanda "excepcional pero legítima" según su abogada.

El pasado jueves 13 de marzo, Nicolas Sarkozy envió a su consejero en materia de sanidad, Arnold Munich, quien subrayó que la actual legislación francesa no está en condiciones de responder a la petición de la enferma y recordó que la solución que se le ha dado ha sido la de aliviar su sufrimiento con un coma inducido hasta el momento en que muera de modo natural, algo que la enferma rechaza. Además propuso a Sébire un nuevo examen a cargo de especialistas en su caso para comprobar que se hubieran agotado todas las opciones de curación.

Ayer se conocían las últimas noticias sobre el caso: un tribunal francés rechazaba la demanda de eutanasia por parte de Chantal Sébire.

La mujer está considerando ahora pedir ayuda a médicos en el extranjero, pero a países como Holanda, donde se permite la eutanasia en circunstancias determinadas, no les entusiasma la idea de una "turismo de eutanasia".

Es muy fácil viéndolo todo desde fuera decir que en su caso uno ya se habría atiborrado de pastillas para provocarse su propia muerte sin tener que recurrir a las autoridades competentes (de hecho esta fue mi primera reacción) o que la actitud de la enferma es egoísta y muy cómoda ya que ella misma puede hacerlo al poder valerse por si misma y no estar postrada en una cama.

Pensándolo fríamente considero que hay que echarle muchísimo valor para luchar contra nuestro propio instinto de supervivencia.


Además, lejos de ser egoísta, esta mujer esta reabriendo un debate enorme y está generando un precedente que pudiera ayudar a otras personas que se encuentran en esa situación en que la vida deja de ser un derecho y se convierte en toda una obligación.


Ojalá consiga cumplir su deseo y mucho más...


Ánimo, Chantal.


1 comentario:

Cloe dijo...

Había visto la noticia hace unos días y pensé en ponerla en mi blog también.
Yo estoy a favor de la eutanasia pero como tu dijiste pensé lo mismo, ella puede valerse por si misma, no es como Ramón San Pedro que no podía, por lo cual, entiendo la postura de la mujer pero creo que puede suicidarse sola, no se, es un tema complicado. Yo desde luego ya me habría matado.
Si lo pensamos muy friamante cualquier persona con una enfermedad fatal podría pedir la eutanasia y no creo que eso fuera tampoco correcto.
La verdad esque una no sabe que pensar o que opinar ante un devate como este.

Igualmente te felicito por el posteo. Saludos.

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