“Año nuevo, vida nueva”. Seguro que todos hemos mencionado esa frase más de una vez (y de dos) a lo largo de nuestra vida. Seguro que también comenzamos cada año cargado de un montón de buenos propósitos. Y seguro que la gran mayoría hemos fracasado o, incluso, nos hemos olvidado de aquello de lo que parecíamos tan empeñados en conseguir.
Según un estudio llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, sólo una de cada diez personas obtiene éxito con sus promesas de Año Nuevo.
En cuanto a las mujeres, explicar a los que las rodean sus objetivos aumenta en un 10% la posibilidades de éxito, ya que a la hora de cumplir sus metas se benefician del apoyo de la familia y de los amigos.
En ambos casos, según los científicos, la clave está en tomar la decisión antes de la noche de fin de año.
Además debemos tener en cuenta que revisar un propósito del pasado que no se cumplió puede provocar frustración. Es por ello que se ha de elegir algo nuevo o adoptar un nuevo enfoque para un viejo problema.
Personalmente me gustaría dar otro consejo. Y es que pienso que ser demasiado ambicioso nunca puede ser bueno para la salud. Por ello debemos ser honestos con nosotros mismos y ponernos metas creíbles y posibles de alcanzar.
Y, por supuesto, echarnos al hombro un saco enorme cargado de fuerza de voluntad y algo de humildad, porque sin eso ya sí que estamos perdidos.
En fin, muchahos ¿Que propósitos teneis para este nuevo año? ¿alguna que otra ilusión? ¿Sueños? ¿Consejos tal vez?
Sea como fuere, desde este pequeñito espacio quisiera desearos a todos un 2008 excepcional. Espero que seáis fuertes y capaces de luchar para alcanzar esos propósitos que siempre se nos hacemos con buena voluntad y tanta ilusión.
Y si no siempre nos quedará el 2009...
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