Pensar que te he tenido hace nada en mis brazos y ahora te echo de menos como una loca, más que si hubieran pasado 100 años desde la última vez que te vi, me hace sentirme como el ser más egoísta, ruin y ridículo de la faz de la tierra.
Es curiosa esta sensación continua del pasar del todo a la nada y de la nada al todo cada vez que te veo y cada vez que te me vas, aunque sólo sea hasta el día siguiente: Como ese niño pequeñito que se echa a llorar desconsoladamente cuando le arrebatan de las manos su juguete preferido y se calma en cuanto se lo devuelven.
Y es que, como ya te he dicho miles de veces, si supieras la vida que me das cuando estas conmigo, vivirías aferrado a mi las 24 horas del día.
Definitivamente, creo que es hora de ir comprándome aquellas esposas...
1 comentario:
con tus palabras he podido recordar alguien que ya no tengo a mi lado pero echo de menos cada dia ...felicidades por tu blog ... te invito a pasearte por el mio
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