sábado, agosto 19, 2006

Esperándote



Ojalá se pudiera manejar el tiempo al antojo, como quien maneja unas tenazas. Ojalá pudieran congelarse aquellos momentos claves que viviste alguna vez o avanzar a toda prisa en el calendario y plantarte en ese día que tan ansiadamente esperas.

Lejos de ser así, en la mayoría de las ocasiones parece que sucediera todo lo contrario: las horas se convierten en milésimas de segundo cuando desearías tenerlos atrapados entre tus dedos para siempre. Incluso a veces hasta los días saben transformarse en segundos. Sin embargo, ahora que quisiera que volaran a toda prisa, los minutos pesan más que nunca.

A veces desearía echarme a dormir y despertar el día 2 de septiembre, acurrucada ya en tu regazo.

Mientras tanto, sólo me queda esperarte... Eso sí, con las maletas en la puerta.


2 comentarios:

Atomo Sato dijo...

Es la magia de la relatividad cuando estas o esperas a alguien,,, muy comun por nuestros foros :P
Un poco "rosa", si, pero no por ello menos interesante.
Un saludo

Valeria dijo...

..el tiempo que nos juegan malas pasadas,...y a veces va muy lento, y otras veces lo queremos parar.
Un saludo

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